Un error frecuente cuando se empieza a estudiar la distancia entre dos notas es asociar el sostenido (que aumenta medio tono) a un aumento de la distancia y viceversa en el caso del bemol. Analicemos el siguiente ejemplo:
En el primer compás están las notas G y A, la distancia entre ellas es de un tono. En el segundo compás están las mismas notas pero el G tiene un bemol, ¿significará esto que la distancia entre ellas se habrá reducido en medio tono? No, ocurre todo lo contrario: la distancia ha aumentado en medio tono al haber disminuido la altura del G. Podríamos utilizar la enarmonía para ver más claro aún este ejemplo: Gb es igual que un F# y, lógicamente, el F# está más lejos de A que G.